Elegí el clarinete sin pensarlo mucho, solo tenía siete años y el clarinete parecía una flauta, que era el único instrumento que había visto hasta el momento. A esa edad ingresé al Conservatorio de Ibagué, un colegio que tiene un fuerte énfasis en música, y la toma tan en serio como cualquier otra asignatura. Aprender a interpretar un instrumento musical es tan serio como aprender a sumar y restar.
Como me gustaba mucho el instrumento decidí continuar por el camino de la música y vine a Bogotá a estudiar en la Universidad Nacional. En este círculo de músicos me di cuenta de que les iba muy bien en los concursos, por eso me propuse prepararme bien y a los 19 años estaba compitiendo.
¿Cómo llegó a convertirse en becario de la Fundación Salvi?
Sobresalir en concursos es una de las mejores maneras de destacarse para obtener un buen trabajo como músico, y mi sueño es ser miembro de una orquesta sinfónica en cualquier parte del mundo, por eso debo trabajar muy duro porque considero que el talento siempre debe ir acompañado de la disciplina y la constancia.
Participar en el Festival Internacional de Música de Cartagena era uno de mis propósitos porque constituye una oportunidad inigualable, recibir clases con maestros destacados que vienen de todo el mundo a ese festival. En 2017 tuve la oportunidad de participar siendo becario de la Fundación Salvi, con quienes hicimos una gira de conciertos por los teatros de Bogotá, entre ellos el Teatro Villa Mayor.
Actualmente tenemos un grupo de música colombiana, conformada por jóvenes becarios de la Fundación Salvi, y damos conciertos en Bogotá.
¿En qué consistirá la charla sobre el clarinete en el Teatro Villa Mayor?
La invitación de Compartiendo saberes me parece sumamente interesante porque es la primera vez que tengo la oportunidad de mostrar a los demás lo interesante que mi instrumento puede llegar a ser. El clarinete ha tenido una evolución fascinante desde su creación, que fue inspirada en un instrumento muy antiguo que existía en el Medio Oriente. Luego los europeos idearon su versión, que fue cambiando con el tiempo hasta convertirse en favorito de compositores como Mozart y Beethoven.
En Colombia el clarinete ha tenido un papel muy importante, sobre todo en la música de la Costa Atlántica. Lucho Bermúdez fue un gran clarinetista, sus cumbias y porros continúan influenciando a los músicos de hoy. La gaita en Colombia se utilizó para reemplazar un poco el sonido de la gaita, por eso es tan cercano a nosotros.
Considero que estas charlas son una buena oportunidad para que los públicos de todo Bogotá que disfrutan la música puedan conocer cómo suenan los instrumentos y el papel que juegan no solo en la música sinfónica sino en general. Son charlas para todo aquel que sienta curiosidad por el arte y la música.